El nuevo Suzuki Swift 2012 a primera vista se mantiene similar, hasta que notamos los pequeños detalles que le diferencian, como son los nuevos rines y llantas de mayor tamaño, espejos laterales abatibles, parrilla que se toma del Kizashi, faros y calaveras con líneas alargadas de diseño, panel de instrumentos, sistema de audio con entrada USB, mientras que en el plano de seguridad ofrece frenos ABS, asistencia de frenado y bolsas de aire.
Mecánicamente ofrece un nuevo motor de 1.4 litros, (1372cc) el cual ofrece 100 hp de potencia y un par motor de 98 lb-pie, lo cual no supone un arranque de alarido pero es adecuado para la ciudad e incluso para la carretera ya que la recuperación de velocidad en marcas altas es buena.
La prueba de manejo nos permitió sentir muchos aspectos del auto, como lo es el manejo en tránsito pesado, curveo, carretera y el más interesante que se realizó en el Kartódromo de Valle de Bravo, con un circuito muy estrecho de curvas realmente cerradas.
En el uso diario la movilidad y tamaño del Swift son su mejor carta, que se suma a la comodidad interior donde pueden ir cuatro personas cómodamente, el volante forrado en piel, el equipo de entretenimiento y la buen aislamiento acústico hacen que sea placentero el viaje de casa a trabajo y de regreso a casa.
Posteriormente nos enfrentamos al kartódromo, donde por momentos se podía alcanzar la tercera marcha debido a lo trabado del trazo. Curva tras curva el Swift se apoyaba de excelente manera y cuando se abusaba de la velocidad en la curva se podía frenar suavemente, permitiendo que el sistema de distribución de frenado actuara dándonos inmediatamente el control nuevamente.
La dirección es firme y precisa pudiendo apuntar el coche a donde nuestra mirada mande, lo cual se complementa con el bajo centro de gravedad. La frenada es uniforme y el coche no tiende a irse de frente o realizar movimientos laterales gracias a la suspensión McPherson al frente y de muelles helicoidales (con barra de torsión) en la parte trasera.
La prueba en el kartódromo ofreció una excelente prueba de maniobrabilidad a velocidad donde el Swift respondió bien y como resultado de ello se verifica la calidad de marcha en ciudad y espacios cerrados.
Por último vivimos un recorrido en carretera con curvas de media y baja velocidad, donde al igual que en el kartódromo se podía sentir el apoyo del chasis del auto sobre el camino, si bien no tiene un arranque espectacular, luego de la tercera velocidad puede mantenerse a velocidad crucero y puede recuperarse bien entre la tercera y la cuarta, dejando la quinta para rectas largas.
Fuente: Terra Autos
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